lunes, mayo 03, 2010

MEMORIAS

Capitulo VI

Bailamos un buen rato hasta que decidimos sentarnos a conversar antes de que terminara la fiesta. Karim me empezó a contar como había sido su llegada a Valle de Luna, venía desde el Líbano por cosas de negocios y decidió radicarse en el pueblo. Estaba solo y sin mucha pretensión de volver a su país natal.

La charla era amena y fluida y el tiempo pasaba rápido, pero mientras hablábamos me sentí observada. Cuando miré alrededor encontré los ojos de Octavio clavados en mí, parecía incómodo y molesto. Nuevamente sensaciones extrañas me invadieron, era una mezcla de nerviosismo y a la vez felicidad, algo que nunca más volví a sentir. Pero a pesar de todo eso no presté atención a la drástica mirada que me dedicaba.

Desgraciadamente Karim debió ausentarse unos momentos. Quedé sola, lo que se convirtió en el momento oportuno para que Octavio se acercara sin llamar mucho la atención, ya que su novia estaba entretenida bailando con su padre.

-Buenas noches, Rosario.-Saludó con brusquedad.

-¿Cómo está señor Martínez?

-Bien, y espero seguir igual. Todo depende de usted.

-¿Perdón? ¿De que me está hablando?- Pregunté desconcertada.

-Sólo quiero asegurarme de que cuento con su discreción.-Contestó en tono de súplica.

Reí sin ganas y me paré del asiento, empecé a caminar apurada pero tratando de pasar desapercibida, las mejillas me ardían de rabia. Finalmente llegué al jardín y Octavio atrás de mí.

-Rosario ¡Por favor respóndame! Este matrimonio es importante, es un negocio. No necesito que una mujer totalmente extraña venga a arruinar mis planes. Su altanería y amargura no son mi responsabilidad. Sólo dígame ¿guardará el secreto?

-Ya fue suficiente, no le voy a permitir que me siga insultando. Me importa un bledo que sea cliente de mi hermano. Escúcheme bien imbécil mal educado, yo no vine aquí por los motivos que piensa, ni si quiera se me había ocurrido delatarlo. ¡Qué su mente podrida lo tenga así de perturbado no es mi problema! Está en su conciencia saber que anda por ahí encamándose con una y con otra mientras está a un paso del altar.-Contesté encolerizada.

-¡Que vocabulario tan fino! ¡Digno de una señorita como usted! Si sigue así se quedará solterona.

-Si casarse significa someterme a escorias como usted, obviamente prefiero la soltería.

Se produjo un silencio. Nos mirábamos con furia, el ambiente estaba tan denso que cualquiera que llegara en ese momento lo notaría sin que nadie dijera palabra. Me disponía entrar pero él agarró fuertemente uno de mis brazos y me detuvo sin que yo pudiera soltarme.

-¿Está loco? ¡Suélteme!-Grité enfurecida.

-¿Está segura de que no dirá nada? Si Esperanza llega a saber la verdad el compromiso se acabará.

-¡Usted es realmente patético! Ni si quiera está enamorado de esa pobre mujer, la está llevando a una vida infeliz. ¡Claro, como usted por ser hombre puede buscar satisfacción en otro lado y hacer lo que le plazca le da igual todo! Si la engañó antes de casarse, casados será peor.

-Para casarse no se necesita amor. Ya le he dicho, el matrimonio es un negocio no un cuento de hadas. Por otro lado, nada de lo que yo haga es asunto suyo.-Contestó Octavio mientras me soltaba.

-Tiene razón. No diré nada.-Dije dando fin a la conversación.

Di tres pasos para entrar al salón y luego me devolví a donde estaba él, me miró con curiosidad, cuando estuvimos bastante cerca levanté mi mano derecha y le di una cachetada tan fuerte que lo hizo caer al pasto mojado. Extremadamente satisfecha y con una sonrisa en los labios le dije:

-Nunca más se atreva a tocarme. Buenas noches.

Me fui. Mientras me alejaba los ojos de Octavio no se despegaron ni un minuto de mí, entré en el salón sintiéndome tranquila y feliz por lo que había hecho.
Ubiqué a mi hermano entre la multitud, coqueteaba con una joven que nunca había visto en el pueblo pero no me quise acercar y arruinarle el momento. A pesar de mi triunfo la sensación de victoria había ido decreciendo, me sentía bastante mal y no sabía por qué. Estaba ideando como irme sin molestar a mi hermano cuando apareció Karim:

-Rosario, disculpe la demora. Pensé que no la iba a encontrar.

-Por poco no me encuentra, estaba a punto de irme.-Dije incómoda.

-¿Se iba sola? Vi a su hermano y no tiene intención de abandonar la fiesta.- Dijo mientras me miraba sonriente.

Ambos nos dimos vuelta para mirar a Amir, efectivamente aún estaba con la joven, muy entusiasmado por lo demás.

-Bueno si, me iba a ir sola. Aunque eso me traería muchos problemas con mi madre y probablemente a mi hermano lo matarían por permitir una locura así. Pero ya estoy cansada y no quiero arruinarle la fiesta a Amir.-Contesté con pesar.

Amir lo estaba pasando bien, rara vez salía de su rutina y dejaba espacio para la diversión. No iba a ser yo la causante de que tuviera que irse.

-Bueno, si no es mucho el atrevimiento, yo podría hablar con su hermano y acompañarla hasta su casa. Si es que quiere, claro.

-Se lo agradecería mucho.-Dije aliviada.

-Para mi será un placer.-Karim habló con timidez.

2 comentarios:

Unknown dijo...

OoOoOoOoHHHH!! I LOVE IT!!, Me gustaría hacer algo asi alguna vez, dejar a un wn sentao en el piso jajajajaja, aiiii esta re motivaaa :D!!!! mi utaaaaa!! quero +, + + + + + + + !!!
Inspirateee madrinaaA!!!

Morgana dijo...

Jajajajja...tiene su carácter la mina :S