lunes, septiembre 28, 2009

Agonía

Mi corazón agoniza nuevamente
Porque tengo miedo de olvidar,
Desde hoy muere gran parte de ti
Y por ende, gran parte de mí.

Dolor, tanta amargura acumulada
En mi pecho intranquilo,
Tantas lágrimas derramadas pero
Muchas más escondidas.

Muero lentamente y veo pasar
Mi vida, vacía y sin sentido,
Mis ojos apagados y tristes
No encuentran el sol.

Muero, y quiero morir,
Quiero acabar con el pesar
Que me atormenta sin piedad,
Quiero morir para descansar.

Mi cabeza es un palacio de
Pensamientos sin sentido,
Es el hogar de la locura
Que ahoga a mi razón.

¿Qué agonía es esta que no termina?
¿Por qué se alarga y me domina?

Temo olvidar como tantas veces
Lo he hecho de manera inconciente,
Así mueren ciclos, lugares y gente,
Y a ti no quiero perderte.

Ya has volado lejos de mí,
Tu ausencia pesa en mi alma
Que se siente incompleta
Desde tu partida.

Sin un adiós, así me condenaste,
Así me dejaste, sin respuestas,
Me abandonaste a mi suerte
En una guerra perdida contra la muerte.


Allegra.

martes, septiembre 22, 2009

Mentiras

Me he dado cuenta de que estoy mal enfocada en esta vida…creo que probablemente en las anteriores también (si es que las hubo). Soy una ilusa, una ingenua, una tonta que piensa que la verdad debe ir siempre por delante por mucho que cuesta asumirla. Pienso que mentir es algo que nunca trae nada bueno, no creo en las mentiras blancas y las omisiones…son dudosas porque se adecuan a la conveniencia de cada cual. No digo que no miento, no creo que eso sea posible, pero al menos trato de mentir lo menos posible, sobre todo en situaciones serias en las que de una mentira se comienza una red inmensa para poder salvar el pellejo.

¿La mina cuática? Demás, pero piensen en que situación han zafado bien de una mentira. ¿Quién puede sentirse bien al mentirle descaradamente a alguien que se supone que quieres? Al menos para mi nunca ha sido grato, es probable que hasta sea tildada de tonta (que creo que lo soy) porque prefiero confesar y quedar tranquila a seguir sosteniendo algo que en algún momento se terminará y será peor.

Quizás lo más propicio de ahora en adelante es que me vuelva una mitómana, pero ni eso me resulta, ya me han dicho que mi cara me delata. Supongo que deberé tomar clases de actuación en algún lugar para controlar la risa y todo eso, para mentir de manera profesional digo yo. Si, ahora tengo como meta ser una “cara e’ raja” que va por la vida mintiendo y omitiendo cosas, total, todos estan en la misma ¿o no?

Yo sola no puedo salvar el mundo, ya me resigne a que no me aparecieron súper poderes para combatir el crimen, me resigné a no ir a Howgarts, me resigné a que Edward es de Bella y que probablemente no exista un vampiro como él para mi. Definitivamente puedo resignarme a que la honestidad es un defecto y no una virtud, y claro que puedo resignarme a ser una mentirosa, obviamente todo será más fácil. Creo que se acabaron mis problemas.

De ahora en adelante simplemente no me crean.

sábado, septiembre 19, 2009

Adiós

Cerati escribió: "Poder decir Adiós es crecer", yo me pregunto ¿por qué cuesta tanto? Las despedidas duelen y calan lo más profundo del alma, y no sólo el adiós a las personas, también a las cosas o a ciertas situaciones de la vida que nos han llenado de felicidad...o la han simulado al menos.

Creo que siempre sabemos cuando se acerca el fin de algo y de antemano empezamos a lamentarnos, así es como uno se da cuenta que es difícil crecer y que cada paso es más doloroso que el anterior. Me encantaría saber si en algún momento deja de ser así, lo único que tengo claro es que cuando alcanzamos la sabiduría ya no nos sirve de nada porque estamos con un pie en el cajón.

No, nunca me ha gustado decir adiós, de hecho lo detesto y creo que ese es uno de mis mayores defectos, no me adapto a los malditos cambios aunque yo misma sufro constantes mutaciones.

Yo no quiero decir adiós nunca más, creo que esto se debe a que me he despedido tantas veces que ya prefiero evitarlo y dejar ciertas cosas inconclusas para mantener la esperanza de que alguna vez volverá a ser todo como antes. ¿Muy pendejo?, puede ser pero al menos me funciona de vez en cuando para evadir la realidad.

Adiós, cuesta decirlo, cuesta asimilar que hay personas que se van de tu vida, que ese ciclo ha terminado y que tú no acabas con él, es difícil y extraño estar conscientes de que se puede seguir a pesar de todo. Y aunque sé todo esto, la angustia me mata cada vez que alguien que amo se aleja de mí.

Me niego a decirte adiós pero sé que nada será igual, puedo ver más allá de lo evidente. ¿Será que no quiero crecer?