miércoles, noviembre 15, 2006

Lo que sentimos y no decimos

A veces me siento angustiada,no se talvez la lejanía de ese mundo despreocupado en el que vivi por tanto tiempo,en el que mi soledad estaba protegida solo por una muralla que se podia romper cada vez que quisiera y que ahora es casi permanente me hace extrañar la burbuja perfecta a la que pertenecia.Nunca me gusto ser muy dependiente de las personas pero no se puede vivir aislado siempre,aunque no queramos las personas son necesarias,para amar,querer,odiar,extrañar,pelar,juzgar,enamorar,pelear,etc.Hay momentos en los que me gustaría trasladarme a una isla o a otro planeta para refugiarme en esos pensamientos locos y torturantes que despues te hacen necesitar lo que dejaste,valorando lo que has perdido y tratando de recuperarlo.Asi se aprende en esta vida por lo que se,el dolor es parte de crecer supongo.Pero aunque lo oscuro cubra por algun periodo nuestro camino siempre habra una luz de esperanza que quiere ser alcanzada y que es un impulso para vivir.Hay que aferrarse a lo mas mínimo para soportar las adversidades que se nos atraviesan cuando todo está color de rosa,cuando somos felices y de un momento a otro se pasa al extremo del dolor,de la mas profunda miseria.Es verdad que no se pueden comparar con otros dolores que estremecen este mundo perdido,pero en esos momentos no hay nada mas terrible y es porque no existe nada mas,solo nos preocupa esa angustia que se apodera de nuestra cabeza,de nuestro corazón,de todo.No se si me estoy lamentando o me estoy desahogando,lo único que se es que asi como yo hay muchos mas esparcidos por ahí llorando,talvez ocultando sus lágrimas,a un paso de saltar a un abismo que no tiene vuelta atras.
Es fácil decir que no hay que llorar,que no hay que amargarse cuando el dolor es ajeno,cuando es propio no hay nada que evite que nuestra amargura salga a la luz.
Lo peor es que siempre creemos que va a pasar,asi se va alargando y se va haciendo eterno,ocultamos lo que sentimos por no preocupar al resto,lloramos hasta que los ojos se nos salen y ya no quedan lágrimas,podemos pasar la noche entera sin dormir y cuestionandonos si vale la pena vivir,si está bien donde estamos o si deberíamos estar lejos de todo.Pero ¿lejos de que?Aunque nos vamos a la galaxia mas lejana al tiempo nos va a pasar lo mismo y vamos a querer huir otra vez,asi sucesivamente,pero si algo he comprobado es que no se puede arrancar toda la vida de nada.
Es inevitable que la pena que sentimos alcanzce tambien a los que nos rodean,porque llega un punto en que la amargura es tanta y tan notable que herimos a quienes nos quieren,los amamos y los odiamos a la vez,la rabia nos consume y todo recae en ellos.Nos convertimos en una piedra,fría,dura,pesada.Quedamos presos en nosotros mismos.
El encerrarse en esa "armadura" es el peor error,porque no es mas valiente el que se tortura y aguanta o trata de aguantar solo todo lo malo,la valentía le pertenece al que sabe pedir ayuda,al que sabe llorar,al que sabe reconocer sus errores,al que es capaz de pedir perdon y de perdonar.
Pero da lo mismo lo que yo diga porque en esos momentos en el que ya todo nos supera,todo está perdido,nos volvemos ciegos,sordos y mudos.No vemos lo mas obvio,no queremos escuchar los gritos de esperanza que nos dan los demas,ya que pensamos que ellos no escuchan ni ven nuestras señales poco claras de que necesitamos ayuda,porque no las hemos dicho con palabras.
No soy el mejor ejemplo para dar consejos porque alguna vez estuve igual y casi toco el fondo mas profundo que se puedan imaginar,ademas de que me ha tocado ver a gente que quiero asi y mucho peor.Por eso escribo esta reflexión,para ver si alcanzo algún corazón que ahora esté triste y "solo"(la soledad se hace presente aunque estemos rodeados por un millon de gente)para ver si logro algo,para tratar de hacer entender que algunas veces es necesario pedir ayuda por mas difícil que sea.Salir corriendo nunca es la mejor opción,las piedras que se atraviesen en nuestra huída pueden ser mas fatales que la tratamos de evitar al escapar.