¿Por qué? ¿Por qué seguir esperando a que todo mejore? ¿Por qué contener las lágrimas? ¿Por qué reír sin motivos? ¿Por qué debo tratar de ser positiva? ¿Por qué he de mantener mis esperanzas vivas? ¿Por qué fingir? ¿Por qué vivir? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Para qué seguir soñando? ¿Para qué caminar si ya no hay ganas?
¿Por qué nadie me da respuestas? ¿Por qué cuando responden sigo sin entender razones?
Creo que me he cansado de obtener las mismas respuestas que no me satisfacen, así como he aburrido a mi entorno con mis preguntas y quejas. Pero ¿Qué me importa? Honestamente nada, el mundo se ha caído encima de mí o al menos el peso que siento en mi espalda lo simula. Si, me he vuelto repetitiva y es que no puedo pensar en otra cosa. Talvez es culpa mía estar rodeada de mierda, con algunas excepciones claro, a fin de cuentas dicen que uno se hace su propio destino, pero ¿yo que sé? Nada, no sé nada. A medida que crezco…o envejezco en realidad, siento que en vez de saber más sé menos y que no entiendo nada.
Así pasa el tiempo, todo sigue tan vacío y apestoso como cuando tenía 12, 15, 17, 20 y ahora que tengo 22 años. No faltará el que me diga que exagero pero ¿Qué saben? ¿Cómo juzgan sin haber estado ahí? A estas alturas da lo mismo, que hablen o critiquen, el veneno ya no me daña sólo me hace más venenosa.
Si, tienes todo el derecho de eliminarme de tu vida, soy la oscuridad con piernas, tengo menos luz que una linterna barata. Para mi todo es negro y no hay posibilidades de que encuentres otro color. Soy amargura y pesar, soy rabia. No, no quiero tu lástima ni que trates de entender, sola me las he arreglado bastante bien. Piensa lo que quieras, honestamente no me puede interesar menos, salvo que seas alguien realmente importante para mí. Si no lo eres, evita los comentarios, guarda tu saliva para alguien que la valore.
¿Por qué es todo tan injusto? ¿Por qué se castiga a quienes no lo merecen? No, aún sigo sin entender. Mis respuestas no llegan.