lunes, junio 06, 2011

Aprendí

Hace tiempo entendí que nada es para siempre, descubrí que los amigos se cuentan con los dedos de las manos, me di cuenta que la soledad más grande se siente cuando estas rodeado de gente y finalmente concluí que uno siempre estuvo, está y estará solo por más que te quieran hacer pensar lo contrario.
He aprendido a levantarme mil veces, a caminar mirando el piso para no tropezarme con la misma piedra, a mirar a los ojos cuando hablo, a ser más dura conmigo misma, a seguir mis intuiciones y controlar mis impulsos. He aprendido que se puede morir en vida, que las sonrisas a veces también duelen, que la gente no ve lo que es evidente para evitarse problemas y que lo “normal” no existe. Me he obligado a tener el equilibrio perfecto entre la confianza y la desconfianza para poder vivir tranquila, también me obligo a perdonar incluso a quien no se lo merece.
Estoy consciente de que es muy fácil mentir incluso mirando a la cara, que decir la verdad es casi imposible para algunas personas, que escuchamos solo lo que queremos y para ser aceptados complacemos al resto diciéndoles lo que ellos buscan oír. Pero aún así siempre trato de ser honesta, de decir lo que quiero y no lo que quieren, intento escuchar la verdad y no lo que me gustaría…A veces no resulta, es verdad.
Se bien que el sufrimiento es inevitable, encontrar la felicidad un imposible, conformarse un desafío y pararse después de cada caída es una obligación. Tengo claro que la vida sigue igual aunque muchas veces uno quiera que se acabe.
He sentido ganas de morir, de morir con alguien y morirme por alguien, porque he sentido ese dolor macabro que se apodera de tu cuerpo y que es tan grande que no te deja respirar, no te deja pensar. He sentido ese dolor infinito que no se calma con nada, que dura días, meses, años y que sin previo aviso va y viene cuando menos te lo esperas. He vivido con la frustración de perder a alguien y aún no se como eso se puede evitar. Así fue como entendí que las personas cumplen un ciclo en tu vida, que solo se quedan en ella el tiempo necesario, ni más ni menos…Cuando se termina la lección que debes aprender se van y tú cumples el mismo rol en sus vidas.
Lo último que aprendí fue a amar pero lamentablemente descubrí que el amor nunca es suficiente, que se va más rápido de lo que llega, que siempre uno ama más que el otro, se sacrifica más que el otro y sufre más que el otro. Aprendí que las promesas que parecen eternas se rompen en un suspiro y que quien mucho promete es quien menos cumple. Entendí que el amor es una ilusión para justificar los besos y que en una relación es el período en el que más se miente, que no se puede obligar a querer ni se puede retener a nadie.
Comprobé que uno puede enfermarse de pena, que el vacío puede sentirse en el pecho, que el olvido no llega cuando uno quiere, que el odio no soluciona nada y llorar mucho menos. Vivir un desamor es como vivir un duelo.
Me di cuenta que para mi las cosas se demoran mucho en pasar y para el resto todo pasa demasiado rápido. Me di cuenta de que me equivoqué inmensamente contigo, que por ciega me convertí en la estúpida más grande de este planeta y que fuiste la primera persona en darme la espalda cuando yo pensaba que eso jamás podría pasar. Aún así te agradezco la sobredosis de dolor porque supongo que algún día me harán más fuerte, gracias por tus mentiras.
Creo que para ser tan joven me he dado cuenta de muchas cosas y realmente no me han servido de nada, aunque así he comprendido que nunca nada es lo que parece, que por desgracia no hay mucho en esta vida que valga la pena y que no estaba lejos de la realidad cuando decía que enamorarse era una soberana estupidez y un cacho. Al fin lo comprobé y realmente no quiero que vuelva a pasar.
Si, he aprendido mucho pero quizás la lección más importante es que cuando todos se van, cuando ya no te quedan amigos, ni amor, ni nada hay alguien que nunca te va a fallar…Tú mismo.
A nadie le gusta mi visión negativa de la vida, lo se, pero con todo lo que he escrito no me pueden decir que la vida es una maravilla porque es una soberana mierda…¿Hay que aceptarla? No queda de otra, no se que sentido tiene pasar por todo eso si cuando sepas todo lo necesario para no cometer los mismos errores serás demasiado viejo como para recordarlo y por otro lado nadie te escuchará, y seguirás en esa lucha de traspasar tus conocimientos para que ni tus hijos ni tus nietos pasen por lo mismo que tú pero será en vano…Así llegará el día de tu muerte.
Pero la vida sigue, todos te defraudarán mil veces, perderás personas importantes de tu vida una y otra vez, te romperán el corazón de distintas maneras más veces de las que llegues a amar. Te desilusionarán, te mentirán, sufrirás heridas tan grandes que sus cicatrices serán visibles para todo el mundo…pero serán las muestras de que sobreviviste.
Yo solo espero sobrevivir.