martes, septiembre 23, 2014

Recuerdos

Cruzamos miradas y el mundo cambió para mí,
No hay día en que no piense en tus ojos,
No he dejado de anhelar tu sonrisa;
Nada es lo mismo sin ti.
Fuiste mío entre las sombras, en la oscuridad,
En la cuna de lo prohibido y lo imposible;
Pero a pesar de todo mi único amor
Y mi más grande verdad.
Un amor que no se cuenta, escondido
Y cuidadoso, cómplice y silencioso,
Apasionado…peligroso.
Te extraño cada día, tu boca sobre la mía,
Mi cara entre tus manos, tu perfume, tu voz,
Tu ternura infinita, tu absoluta compañía.
Hoy me desvanezco entre recuerdos,
Me deshago en tristeza, amargura y llanto
Y el dolor de tu ausencia pese al tiempo
Me castiga y atormenta de tanto en tanto.
Ya te he dado por perdido hace mucho
Y sin embargo apareces de repente.
Sin dar tregua rondas mi mente
Altanero y desafiante,
Indiferente y despiadado;
Implacable, insensible e indolente
Con la tonta que simplemente te ha amado.

lunes, septiembre 08, 2014

VIAJE

Me voy y me llevo mis demonios conmigo. La situación no da para más, estoy cansada. Mientras armo la maleta no dejo de pensar en todo lo que debo y quiero dejar atrás, prácticamente estoy huyendo de mi propia vida; aquí se quedan mis recuerdos, mis tormentos y dolores, las horas en el sillón absorbiendo la luz del sol que entraba por el ventanal. Toda la rutina que empezó a consumirme y a matarme se queda aquí o al menos eso espero.
He decido partir, dejarlo todo sin decir nada. Es lo mejor para todos y espero que sea lo mejor para mí, no quiero que intenten convencerme de lo contrario. Aún no tengo claro el destino, sólo sé que quiero irme lejos y no volver, empezar desde cero e intentar ser feliz de una buena vez. Creo que he cumplido un ciclo porque aquí ya no soy útil para nadie, sobro en todas partes y al parecer sólo me dedico a exhalar amargura. No hay nada ni nadie que me ate a este lugar y estoy segura que no haré falta ni me echarán de menos. Lo único que lamento es dejar mis plantas, han sido la única cosa a la que he dado vida.
Es tarde y aún no termino de ordenar. Miro a mi alrededor y es como si todas las personas que aparecen en las fotos que están colgadas en la pared me estuvieran mirando con desaprobación. Quizás estoy loca por tomar esta decisión de un momento a otro pero ¿para qué quedarme?...Está decidido ¡no me llevaré las fotos! Dejaré todo tal cual. Aunque esto es por mi bien siento una pena inmensa y no es el viaje lo que me pone  triste sino tener desarmar el pequeño hogar que construí con tanto esfuerzo y que irónicamente me empezó quedar grande.
El teléfono no deja de vibrar, siempre está en silencio por eso nunca alcanzo a contestar pero en este momento definitivamente no quiero hacerlo. Ahora que está apagado pienso que este aparato también es algo que debe quedarse aquí, adiós contactos del trabajo, amigos, conocidos y familia. La separación es definitiva, es lo mejor, sé que es lo mejor aunque mi maldita conciencia me quiera hacer dudar.
Estoy realmente cansada, ya está todo en las maletas para mañana temprano llegar y salir. En el trabajo seguramente se desatará un caos, quizás debí renunciar antes…Voy a extrañar este sillón, es tan cómodo. Fumar acomodada en él es un paraíso sobre todo teniendo ésta vista, toda la ciudad duerme menos yo. Extrañaré tanto este lugar que ha sido mi refugio, mi pequeño hogar que hoy me queda grande porque la soledad me asfixia…a pesar de todo es cálido.
Las despedidas siempre son tan tristes y eso que no me estoy despidiendo de nadie, sólo de cosas. No sé en qué momento llegué a tomar esta decisión pero sigo pensando que es la correcta. Tal vez debería dejar una nota…No, siempre es preferible que piensen que me abdujeron los OVNIS para que no insistan en buscarme. Es hora de dormir, realmente es mi última noche en esta vida.
Hace un par de horas amaneció, hay una niebla que se arrastra por las calles y hace frío. El taxi me espera en la entrada del edificio, esta vez no llamé a don Nicanor que es quien me traslada habitualmente, no hay que dejar huellas. Está todo dentro del auto, miro hacia arriba y veo mi ventana; hoy corrí las cortinas por última vez, siempre me gustó el ritual de levantarme y abrirlas para que entrara la luz. Dejé mis plantas afuera del departamento con un letrero que dice: “Se regalan”, no quería que se murieran como la dueña a fin de cuentas han sido los únicos seres vivos que me han soportado. No puedo evitar llorar un poco, pero muy poco…Siempre me ha costado esto de las lágrimas.
Estoy en el andén siete, hace frío y mi bus sale en unos pocos minutos. Compré el pasaje con la salida más próxima, me voy al sur a un pueblo perdido por ahí y realmente no sé de qué servirá si mi cabeza viene conmigo. Creo que al menos no estaré haciendo daño a quienes me rodean por culpa de mi visión excesivamente negativa de la vida. Me voy y me llevo mis demonios conmigo para que no molesten a nadie, me auto exilié de la vida de todos los que me rodeaban porque no era ningún aporte.
Me voy porque me aburrí de las críticas, la soledad, la angustia, la incomprensión, la intolerancia. Me voy y me llevo todo lo que al resto le molesta, en el fondo es eso: me voy para dejar de molestar y para que dejen de molestarme.

Estoy subiendo al bus, llegó la hora de partir sin mirar atrás.