martes, marzo 27, 2007

Una historia sin resolver

Capítulo VI


-¡Ofelia ya deja a Bruno en paz!-Gritó mi hermano-¡Quiero seguir jugando con él!

A nada mas que eso llegó el momento mágico. Bruno se echó para atrás igual que yo, tratamos de hacernos los tontos pero era una situación incómoda, bastante vergonzosa, mas para mi que para él, claro. Hubiera sido lindo pero simplemente no fue.

-Tengo que entrar después nos vemos-Le dije y me fui tratando de actuar normalmente.

Él me vio entrar y muy despacio le escuché pronunciar “adiós”, que en ese momento no significó nada, pero después me dio la impresión de que el lo sabía todo. Subí corriendo a mi pieza y me acosté en mi cama, deseaba haberlo besado, haberme atrevido a decirle que lo amaba. Pero con esa falta de experiencia en el plano amoroso y el orgullo tan pesado no podía resultar otra cosa que el silencio.

Llegó el lunes y yo seguía en las nubes después de ese “casi beso”, sólo pensaba en lo tonta que había sido al creer que eso podía llegar a pasar. Cuando caminábamos de vuelta a la casa con Matilda, me hizo un comentario que no me esperaba:

-No me gusta que Valeria sea la polola de mi hermano.

-¿Por qué?-Pregunté sorprendida.

-Es que ya es muy obvio que anda con él para que el Bruno le presente a sus compañeros de colegio, como son más grandes y ella es harto agrandada. A parte que se aprovecha de que mi hermano tiene patines de los buenos y ella los hace pasar como suyos con sus amigos más pitucos. Él casi ni los ha usado por prestárselos a ella, y eso que le encanta andar en patines.

De alguna forma me alegraba de que al fin alguien mas compartiera la misma opinión que mi hermana, y al parecer la de muchos otros. Pero sólo me quedé en silencio, no quería ni afirmar ni negar nada, no quería levantar sospechas frente a Matilda. Aunque honestamente moría por decirle que le encontraba razón, pero ella se adelantó al decirme:

-Mi hermano es un tonto, habiendo otras niñas en las que se podía fijar se mete con una que no lo quiere de verdad.

-Si, tienes razón. Pero él la quiere a ella.-Dije con amargura.

-Pero podría querer a cualquier otra del grupo o de fuera, pero no, tenía que escoger a la Valeria que mas encima es un plomo.-Me contestó muy alterada.

- ¿Te hizo algo? ¿Por qué le tienes tanta rabia?

-Lo que pasa es Pablo me ha contado que la Valeria habla mal de mi y él se ha enterado por sus vecinos. Dice que soy tonta, cabra chica y que prácticamente soy la guagua de Bruno.

-Pero si tú sabes que no es así, da lo mismo. No eres nada eso, no le hagas caso sólo lo dice porque sabe que Bruno te quiere mucho.-Traté de consolarla.

-¿Sabes? No es porque seas mi amiga, pero ojalá Bruno anduviera con alguien como tú, o mejor…que anduviera contigo.-Me dijo sonriendo.

Cuando Matilda hizo ese comentario casi se me salió el corazón, no podía creer que mi amiga me hubiera dicho que le gustaría que Bruno y yo estuviéramos juntos, lástima que lo hizo tan tarde. Talvez si me hubiera dicho antes lo habría intentado.

Cuando llegué a la casa y estuvimos todos reunidos en la mesa a la hora de almuerzo, mis papás me tenían una gran sorpresa preparada, ¿no se imaginan cuál?

-Hijos, les tengo una gran noticia.-Dijo mi papá con una sonrisa de oreja a oreja-Yo sé que esto será difícil para ustedes porque ya llevamos varios meses aquí, casi un año para ser exactos…

-Ya pues Rafael, tanto que te demoras diles luego.-Interrumpió mi mamá.

-¡María déjame hablar por favor!

-Pero es que le haces tanto alargue con esos discursos lateros. ¡Anda al grano de una vez!-Mi mamá perdía la paciencia rápidamente.

-Bueno niños, conseguí trabajo en Coquimbo. Pagan bien y ofrecen hartos beneficios…-Cierta inseguridad y miedo dominaban sus palabras.

-Lo que su papá quiere decir, es que… ¡nos vamos a vivir allá!

1 comentario:

Anónimo dijo...

MARIAAAAAAAAAAAAAAAA