martes, mayo 08, 2007

Una hitoria sin resolver

Capítulo XXVIII

Al fin se me presentaba la oportunidad que había esperado toda la vida, tenía Bruno conmigo diciéndome cuánto me quería y prometiéndome el cielo y las estrellas. Sabía que todo era una mentira, pero como siempre me dejé llevar por el impulso. Lo miré, le acaricie el rostro y lo besé, se congeló el tiempo en ese momento. El me correspondió, me abrazó y realmente sentí que me amaba, pero aún tenía miedo. Cuando nos separamos, no quería abrir los ojos, no quería que eso terminara, Bruno me besó la frente y me dijo:
-Sabía que me ibas a decir que si, mi amor.
Como si me hubiera caído un chorro de agua fría reaccioné, mientras Bruno miraba por la ventana con una sonrisa, yo me toqué los labios, le dediqué un “te amo” en mis pensamientos y contesté:
-Esto no es un si. Fue un impulso, pero no quiere decir nada.
-¿¡Qué!?¿¡Cómo que no quiere decir nada!? ¡No puedes negar lo maravilloso de ese beso! ¡Este beso fue puro! ¡Con amor! ¿¡Por qué te empeñas en decirme que no!?
-No exageres, deja ese romanticismo de lado. ¿Nunca has dado un beso sin razón? Bueno… no sé, fue el momento el que me puso tonta. ¡Pero eso no significa que tendré algo contigo!-Mentí.
Bruno se acercó enfurecido y me besó con fuerza, me resistí. Cuando por fin me solté le di una cachetada, lo empuje al sillón gritando:
-¡No te aproveches! ¡A mi nadie me obliga a nada!
-¡Yo sé que te encantó! Pero ¿sabes?… ¡no te pienso rogar más! ¡Quédate con tu amargura y con tu miedo! ¡Qué otro se encargue de hacerte sentir! ¡Si es que puede porque pareces de hielo!-Respondió alterado.
-¡Poco te duró el amor! ¡Hace cinco minutos prácticamente te desvivías por estar conmigo! ¡Yo no sé que se creen Lucas y tú! ¿Qué se creen que yo soy un juguete que necesito de sus enseñanzas? ¿Soy un proyecto o algo así? ¿De que me quieren curar? ¡Yo estoy bien y no necesito de ustedes!
-¡Eres tan inteligente pero tan tonta a veces! ¿¡Cómo puedes vivir sin amor!?-Gritó alterado.
-¡No me hables de amor! ¡Tú no amas a nadie! Emilia te dejó tan herido que ya no confías ni en ti ¿Cómo puede haber amor sin confianza? ¿Cómo me hablas a mí de amor estando enamorado de Emilia? ¡Reconoce que vienes aquí porque en el fondo quieres hacerle saber a la “miss Chile” lo que se siente ver a quien quieres con otra persona! ¡Claro, y no encontraste otra tonta más que yo! Olvídalo.-Dije agotada.
Mientras seguíamos discutiendo y Bruno me negaba todo lo que yo decía, se abrió la puerta. Era Florencia que llegaba, pero no venía sola, Lucas venía con ella, entró y nos miró confundido. Le lancé una afligida mirada a Flor, ella lo entendió de inmediato y me explicó:
-Me encontré con Lucas en la entrada del edificio, estaba sentado ahí afuera. Me dijo que no sabía si quería entrar, así que lo convencí y aquí estamos.
Reinó un incómodo silencio, no sabía que hacer con los dos ahí, no quería que esa amistad terminara por mi culpa. Tampoco quería que se acabara la mía con Lucas, por mucho que amara a “ojitos claros”, él también era importante en mi vida. Bruno me miró y se decidió a hablar:
-Lucas yo tengo que confesarte algo…
Casi me da un infarto, pero afortunadamente mientras Bruno tomaba valor para decirle lo que pasaba, me adelanté y le dije:
-¡Bruno, es una lástima que te tengas que ir! Mañana te confiesas con Lucas, ahora yo tengo que hablar con él.
A tirones lo llevé hasta la puerta, mientras Florencia entretenía a Lucas para que no tratara de impedir que su amigo se fuera. Cuando dejé a Bruno afuera del departamento le dije imponente:
-¡Ni se te ocurra decirle a Lucas el montón de tonteras que me dijiste a mí! ¡Él no merece llevarse una desilusión así de su mejor amigo!
-No le voy a decir nada, no te preocupes. No vale la pena armar tanto lío si tú no estas dispuesta a arriesgarte. ¡Eres una cobarde!-Dijo decepcionado.
Le cerré la puerta en la cara sin decirle nada. Me dirigí hacia donde estaba Flor y disculpándome con Lucas la llevé hasta la cocina. Ahí le expliqué a grandes rasgos lo que había pasado en el café y lo que acababa de pasar con Bruno, después de que terminó de reírse de lo que había hecho Lucas, dijo:
-Ofelia, tú tienes claro a quién quieres. Talvez Bruno fue sincero. Quizá no es que no le creas y es que no le quieres creer. Amiga, te quiero y eres una persona muy valiente a la hora de enfrentar adversidades, pero cuando se trata de tus sentimientos eres una cobarde. Algún día ese miedo a entregar tu corazón tiene que desaparecer ¿quién te dice que no puede ser hoy y con la persona que has amado desde hace tanto tiempo? Ahora anda y dile a Lucas la verdad, no es bueno que el pobre se siga haciendo ilusiones contigo.
Me abrazó y se fue a dormir. Dos veces en una noche me habían dicho cobarde… ¿realmente lo era? Respiré tratando de ahogarme con ese aire para no tener que confesarle a Lucas algo que le parecería seguramente una estupidez. Pero si no le contaba la historia desde el principio probablemente pensaría que todo era un invento mío para que no se sintiera mal y eso le cargaría, le gustan las cosas con la verdad. Fui hasta donde él, estaba sentado esperando, me miró y me sonrió débilmente, no me podía sentir peor. Me senté a su lado, de inmediato habló:
-Ofelia, yo sé que todo lo que dije fue sorpresivo, pero necesitaba decírtelo. Creo que fui un atarantado, y no me arrepiento. Mantengo lo que dije, yo no quiero ser sólo tu amigo…me gustaría que lo pensaras. Sé que estas enamorada de otro, que seguramente te dañó y de ahí nació ese miedo, pero yo puedo hacer que lo olvides.
-No te quiero herir. Eres mi amigo y eso no va a cambiar. No tengo nada que pensar, lo siento. Nunca he creído en eso de “un clavo saca a otro clavo”. Por eso es que no estoy dispuesta a que tomes un papel de salvador ¡porque tienes que estar con alguien que te quiera! Olvidar es difícil, sobre todo si se está enamorado, y por más que lo he intentado no he podido hacerlo.-Confesé.
-¿¡Pero quién es!? ¿No confías en mí? ¿Por eso nunca me lo dijiste?-Preguntó intrigado.
-No es que no confíe en ti, es que pensé que no mencionándolo lo olvidaría más rápido. Lo que me pasa no es una situación muy común, llega a ser hasta tonta, pero supongo que el amor no tiene explicación. Hace diez años que estoy enamorada de la misma persona, lo conocí aquí en santiago en…-No pude terminar.
-¿Bruno? ¿¡Estas enamorada de Bruno!?

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