lunes, mayo 14, 2007

Una historia sin resolver

Capítulo XXIX

Lucas lo había descifrado todo y con eso me evitaba pasar la vergüenza de decírselo yo, ahora sólo me quedaba tratar de explicar algo que no era coherente y esperar su reacción. Eso era lo que mas me preocupaba porque realmente él era un buen amigo, y a pesar de que me gustaba y podía rescatarme de ese amor dañino que sentía, él no se merecía algo así. Estuvimos callados un rato, después le hablé con seguridad:
-Es una de las pocas cosas en la vida que no he podido superar. Ahora que nos encontramos todo se me ha complicado, porque cuando llegué acá pensaba que era tema pasado… ¡pero al verlo se me removió todo adentro! Así comprobé que nunca había dejado de quererlo. Sé que suena estúpido, pero no sé… ¡no tengo una explicación para saber que es lo que me pasa con Bruno!
-Estas enamorada, eso es todo. Es mejor no buscarle una explicación al amor, dejemos las teorías para la ciencia.-Me sonrió y continúo diciendo-¡Era tan obvio! La forma en la que lo mirabas, cómo te ponías nerviosa y simulabas no estarlo. Supongo que nunca quise aceptarlo, y ya sabes lo que dicen “no hay peor ciego que el que no quiere ver”. Solo quiero que seas feliz, nada más. Si me dejaras intentarlo sé que borraría todas tus penas pasadas, pero en el presente sería solo una anestesia porque el dolor que produce la frustración de no estar con quien quieres estaría ahí, escondida.
Me impresionó la reacción de Lucas, aunque no esperaba menos de él, su nobleza era única. Pero aún así, yo quería que él supiera que no estaba dispuesta a tener nada con nadie, así que se lo aclaré:
-Por mucho que quiera a Bruno no significa que vamos a estar juntos. Yo sé que él quiere a Emilia, no seré un obstáculo, si la quiere tiene que luchar por ella.
-Curioso. ¿Cómo dices eso si ni tú luchas por lo que quieres? Bruno es un buen tipo pero por desgracia, es especialista en fijarse en quien no le corresponde como se merece. Siempre sale mal de sus relaciones, pone sus ojos en las mujeres menos indicadas. Pero bueno, uno no elige de quien se enamora, lo sé por experiencia. Aún no perdona de verdad a Emilia, dice que sí pero yo sé que no lo ha hecho, está con ella porque tiene miedo de perderla y quedarse solo. La soledad lo aterra, las veces que estuvo solo fueron sus períodos mas negros, y a pesar de su desesperación nunca pudo estar con una mujer sin tener motivo. Es un tonto muy romántico, tiene que enamorarse o al menos sentir una mínima atracción, aunque sea para algo tan simple como besar. Siempre me pregunto si esta convencido de que la quiere realmente todavía.
Me quedó dando vueltas eso de “tiene que enamorarse o sentir una mínima atracción…” ¿Sería verdad lo que me estaba diciendo Lucas? ¿Bruno estaría sintiendo algo por mí? No quise seguir pensando mas en eso, ilusionarme era lo peor. Segura pero triste contesté:
-Yo creo que la quiere. Por muy idiota que sea Emilia se merece una segunda oportunidad, no voy a meterme en el medio. ¡Mi historia con Bruno es pasado! Ahora yo estoy en el proceso de olvido definitivo.
-Si realmente estas olvidando definitivamente a Bruno entonces déjame estar contigo, no me importa ser tu tabla de salvación, no me importa que no me quieras todavía. ¡Sólo quiero estar contigo! –Dijo Lucas con ternura
En ese momento tomé una decisión, no me importaba si era o no correcta. Estaba tan confundida y desesperada que como de costumbre me dejé que llevar por mis impulsos, pero en ese instante no le tomaba el peso a nada, así que sin rodeos miré a Lucas y le dije:
-¿Te irías conmigo?

No hay comentarios.: